¿Quién mató al rock?
Una cosa que siempre me pregunté es porque la gente piensa que el rock no es bailable. Quiero decir, no todos pensamos así, pero si una gran porción de gente que conozco cree que cuando uno va a "tonear" se refiere a dar vueltas en alguna discoteca ficha al ritmo de una cumbia, salsa, reguetón o peor aún, algún hit latinpopero que esté de moda.
Cuando estaba en el colegio tenía la sensación que debía mudarme a otro país para poder bailar Should I Stay or Should I go, porque a pesar de que yo sentía que podía bailar al ritmo de esa rolasa de The Clash, gran parte de la gente que compartía el aula conmigo escuchaban cagadas como Bacilos y no se qué más de esa época y el rock lo dejaban para escuchar nomás o simplemente no lo escuchaban nunca. Además siempre tenía que ganarme con los comentarios típicos de que "eres una alienada porque te gusta esa música gringa". Cuando entré a la universidad la cosa cambio radicalmente y para bien, porque ahora esa formula maligna se ha invertido: la mayoría de gente que conozco escucha y baila rock.
Pero lo sorprendente de todo es que antes, en los 70s y 80s la gente acostumbraba bailar rock, y la salsa y la cumbia estaban recluidos a los salsódromos o chichódromos, cuando ahora es normal entrar a Gotica o Aura y escuchar música de ese tipo.
No sé en que momento fue que gente de mi edad prefirió soplarse un concierto de, no sé, Dani Ubeda, Fonseca o Olga Tañón, que rockear al ritmo de AC DC o Franz Ferdinand; peor aún, darle tan poca atención a bandas nacionales que hacen buena música.
Y si lo vemos desde un ángulo internacional, el rock bailable ha sido reemplazado por una serie de sonidos extraños que tiene muchas reminiscencias al grunge o alguna suerte de híbrido del country y el pop, como esas cochinadas que hacen esos mocositos salidos de Disney que ni siquiera voy a mencionar. Últimamente hay una suerte de retorno al rock inicial, a ese rock de los 60s y 70s, con bandas como Franz Ferdinand o The Strokes (aunque más el primero que el segundo). Le siguen un gran grupo de bandas de los 2000 en adelante que han decidido volver a la raíz y sacar el alma del rock, donde empezó inicialmente, paténdole las bolas a los ritmos sosos, aburridos y santurrones (se me ocurre romper un poster de Carlos Vives en este momento).
Mi teoría sobre el rock bailable es que los artífices que alcanzó en parte de los 70s y luego cuando finalmente llegaron los 90s con el grunge terminaron de machacar todo vestigio de esta música como llama para cualquier juergón. No me malinterpreten, el grunge es básico en mi soundtrack personal, pero hay que aceptar que colaboró con el deceso de melodías bailables.